Diseño es provocación, y caímos en ella.
Diseño es provocación por su capacidad de alterar los sentidos. Por lo simbólico al movilizar el ánimo y hacernos sentir ser parte de. Por su pragmatismo y por lo placentero de su visualidad. Por excitar y convertirnos en victimas del deseo de ese objeto: "Sacrificio renal”. Diseño es provocación en tanto que se manifieste genuino, disruptivo.
Provocación, por el universo apps que habitamos. Por empequeñecer el entorno con rappi-dez, por crear paraísos (a veces innecesarios). Porque engendra ídolos dignos de imitar sus cejas; por fabricar falsos campeones, por romper mitos. Por tentar al sacerdocio (no importa el dogma) con la marca de alta gama o por mitrar la reina del R&B; por mimetizar atléticamente al velo; por ocultar el rostro femenino y el fanatismo. Por despertar apetitos: sostener la victoria —en secreto— con diamantes; por desatar hambrunas o saciarlas.
El diseño provoca porque cimbra o impone el orden; rompe destinos migratorios, redibuja mapas y rutas, remarca fronteras insostenibles, necias; porque trastorna el clima/x. Porque pone un color (lima, morado, negro; monocromía, arcoíris…) al descontento. Porque gentrífica, desplaza, deforesta o reconstruye lo perdido. Porque disimula las emisiones arias. Por encender la vida o apagarla. Por la plastificación marina. Porque no todo lo que brilla es diseño y, no todo el buen diseño brilla.
Por el dispositivo que tritura y magnifica la obra subastada. Porque visibiliza múltiples realidades, invoca y revive ídolos en hologramas. Porque en la luna algo se ha germinado. Por reemplazar extremidades ausentes, o también exotizar la anatomía. Porque incita a cambiar algo de nosotros mismos, de nuestro mundo, nuestro pensar. Porque un irresistible clic puede elevar la autoestima o alimentar el ego — (!) peligro narcisismo —. Por la explotación de la palabra diseño porque cuanto más se escucha… Por la necesidad de acuñar algunos -ismos relativos al diseño pospositivos a términos como: el diseño mismo, award, carnal —académico—, ánglico2, innovación, cuantitativo, simple, yo…, otros.
Diseño es Provocación porque —parafraseando al chef Gusteau— “Cualquiera puede diseñar”. Porque una línea a mano alzada es un gesto en peligro de extinción. Por declarar desierto el premio clara-mente, ¿por qué; falta algo? Porque el transito del diseño puede ir en otros sentidos y exponer otros contextos. Por procurar conservar antiguos oficios. Porque el diseño explora, elabora, estimula. Por su honestidad y su falsedad; por la ambivalencia de su efecto o por ambiguo que resulte, el diseño es provocación. Porque desde la prehistoria diseñar es inherente al hombre. Porque diseñar es un acto fascinante, irresistible.